Claves para reconocer un buen vino

En Restaurante Lantana sabemos lo importante que es acompañar una comida con un vino que esté a su altura. La bebida refresca tu garganta (si es un vino frío), ayuda a la digestión y calienta al estómago (si es un vino caliente).

Todo ello nos dice que el vino cumple muchas funciones y podemos jugar con ellas según nos lo pida nuestro cuerpo y, por si fuera poco, ¡sabe de maravilla! A todos nos gusta el vino, así que entérate de una vez cuáles son las claves para reconocer un buen vino.

Claves para reconocer un buen vino

En Restaurante Lantana te damos la pista sobre las claves más importantes para identificar la calidad del caldo que estamos probando: el tipo de vino, la crianza, la Denominación de Origen, la uva utilizada, el precio y quiénes son el productor y el importador.

La mayoría de los sumilleres y expertos coinciden en que teniendo un mínimo de conocimiento sobre estos factores podemos saber, sin ni siquiera probarlo, si estamos ante un buen o un mal vino.

Algunas pistas sobre los productores

Como hemos dicho anteriormente, uno de los factores a tener en cuenta es conocer quién es el productor del vino. A los países con un mayor nivel de producción, se les presupone una mayor especialización y por lo tanto, calidad en sus productos.

Según los últimos estudios oficiales de la OIV (Organización Internacional del Vino) los principales países productores de vino son: Italia, que confirma su puesto de primer productor mundial con cerca de 50 millones de hectolitros al año, seguida por Francia (46,4 millones de hectolitros) y por España (40,9 millones de hectolitros).

Si teniendo en cuenta estos factores aún no sabes si estás ante un buen vino,  o no, todavía tenemos algunas condiciones que puedes tener en cuenta para decidirte.

Condiciones del buen vino

  •  Equilibrio

En el vino coexisten elementos duros y suaves: los duros son el tanino y la acidez, mientras que los elementos más suaves son el alcohol y el dulzor. Todos ellos entran dentro de un juego de fuerzas donde nunca debe prevalecer ninguno de ellos.

Un buen vino contiene esos cuatro elementos en plena armonía y es capaz de maridar con cualquier comida a la perfección, dependiendo claro está, del tipo de vino que sea, por ejemplo, una Manzanilla es perfecta para nuestra carta de pescados.

  • Longitud

En este caso no se cumple el dicho popular de «Lo bueno, si breve, dos veces bueno«. Cuanto más largo es un vino, más calidad tiene y cuando hablamos de «largo» nos referimos a que su sabor imprima su huella en todo nuestro paladar: desde la lengua hasta la cavidad bucal por completo. Además, su sabor debe perdurar en el tiempo.

  •  Profundidad

Aquí entra en juego el sabor. El vino perfecto debe contener la armonía entre los 4 elementos de los que hemos hablado, pero debe contenerla. Es decir, tiene que tener un sabor profundo que lo caracterice y sobre todo, que no te deje indiferente al trago.

Rasgos de la personalidad del vino

  • Complejidad

«Eres como el vino, que mejoras con los años«. Eso es lo se dice popularmente para halagar en los cumpleaños y lo que hace un buen vino en la realidad: seguir hablando a través de su sabor y contando historias a través del tiempo.

  •  Carácter.

Tal y como el picante de algunas comidas regionales te avisan del carácter de sus autóctonos. Un buen vino no se queda callado y te trae consigo la impronta del carácter del país en el que que nació. Las uvas, los aromas y los minerales de la tierra en las que se forjó vuelven a tu mesa como el eco de las historias que se perdieron en su viñedo.

Un buen vino

Si has tenido en cuenta todos estos factores y todavía no te has decidido a saber si estás ante un buen vino o no, tenemos una excelente noticia para ti: el único que puede saber si el vino es el adecuado para ti, eres tú mismo.

Además, para que te quedes más tranquilo, en Restaurante Lantana te aseguras que sea cual sea el vino que pruebes de nuestra carta será un buen vino. ¡Te esperamos!